CASTELLANO

Julio Garmendia

Nace en la hacienda «El Molino» de la ciudad del Tocuyo, estado Lara, el 9 de enero de 1898, hijo del Dr. Rafael Garmendia Rodriguez y de doña Celsa Murrieta. A causa de la temprana muerte de su madre, vive sus primeros años bajo el cuidado de su abuela en Barquisimeto. Tras cursar el bachillerato, llega a Caracas con su padre en 1915

A los 17 años, comienza una intensa labor como periodista en el diario El Universal y en distintas revistas de su época, al tiempo que participa activamente en los círculos intelectuales de la ciudad. Fue uno de los alumnos fundadores del Colegio La Salle. En 1909 publica un pequeño ensayo en el diario El Eco Industrial. En 1914 cursa estudios en el Instituto de Comercio de Caracas, los cuales abandona poco tiempo después para trabajar como redactor en el Diario El Universal. Se relaciona con integrantes de la llamada generación del 28. Como diplomático, trabajó en la Legación de Venezuela en París, luego fue Cónsul general en Génova, en Copenhague y Noruega desde 1923 hasta 1940.



La Tienda De Muñecos

En  este cuento se puede apreciar la historia de un niño que creció y vivió su vida al lado de su abuelo y su padrino en una tienda rodeada de muñecos con las cuales no pudo jugar porque no se le era permitido. Luego de que murió su abuelo la tienda quedó en manos del su padrino y luego pasaría a manos de él, y por ello el abuelo se encargó de enseñarle lo que él consideraba necesario y puso en práctica durante el tiempo que administró la tienda.
Por otra parte podríamos resaltar el prejuicio que el padrino tenía respecto a Heriberto y los muñecos que éste no lograba vender definitivamente y algo que realmente era demasiado es que estos muñecos los aislaba de los demás porque pensaba que habían adquirido las mismas costumbres que Heriberto.
En cambio Heriberto sintió mucha pena al saber que se moría su jefe y no pudo contener su llanto, ante las últimas recomendaciones que éste hacía, mientras que a su ahijado sólo le preocupaba que Heriberto diera mayores muestras de dolor que él, pues sollozaba ahogado en llanto, mesa base los cabellos, corría desolado de uno a otro extremo de la trastienda, mientras él en silencio enjuaga una lágrima.
Y Heriberto al fin lo estrechó en sus brazos.
- ¡Estamos solos! ¡Estamos solos! – gritó.
Se deciso de él, sin violencia y señalándole con el dedo el sacerdote, el feo doctor, las blancas enfermeras, muñecos en desorden junto al lecho, le hizo señas de que los pusiera otra vez en sus puestos.



Personajes
Principal: autor anónimo y muñecos 
Secundarios:el padrino y el abuelo
Comparsarl: sacerdote, heriberto,honesto padre y doctor

Ambiente: Una tienda
Narrador: protagonista lo vive
Tiempo: pasado histórico
Registro de habla: narración el protagonista la cuenta
Imágenes sensoriales: auditivas escuchadas por el narrador
Recursos literarios : humanización

Opinión

Esto explica mis asuntos banales, y por qué trato ahora de encerrar en breves líneas la historia -si así puede llamarse- de la vieja Tienda de Muñecos de mi abuelo que después pasó a manos de mi padrino, y de las de éste a las mías. A mis ojos posee esta tienda el encanto de los recuerdos de familia; y así como otros conservan los retratos de sus antepasados, a mí me basta, para acordarme de los míos, pasear la mirada por los estantes donde están alineados los viejos muñecos, con los cuales nunca jugué



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